Gitana
Ahí estaba ella, muerta de frío, de vuelta a casa acompañada por un par de amigas. Escuchó que le gritaban su nombre a la espalda. Se volvió y vio a dos compañeros del instituto, y entre medio él, montado en la bici y con la cabeza gacha. Aunque los amigos le apremiaron a acercarse a ella, no fue capaz de hacerlo..., quizá nunca lo haga. O quizá mañana cuando llegue al instituto se encuentre con un beso inesperado. Después de todo este tiempo mandándose indirectas con los nicks del messenger, estos guapos gitanillos compartirán lo que a pesar de su corta edad, hace muchísimo tiempo que desean compartir: un trocito de amor del verdadero. Ojalá lo consigan.
Yo, desde mi soledad, estaré feliz por mi hermana.
pnsando knsidré k solo valía má, y luego m di cuenta k 1 hombre no vale ná si no tien 1 muhé ke le alegre er dspertá
Imagen: Gitano recibiendo el beso de la luna, Zaida del Río Castro
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